A continuación, te contamos varios consejos que puedes llevar a cabo en tu hogar:

Bajar las persianas y correr las cortinas

Un primer paso para enfriar el hogar es evitar que entre el sol por ventanas y, por ende, el calor. A lo largo del día, la temperatura interior del hogar aumenta de forma progresiva. Una forma de evitarlo es bajar las persianas y, en caso de necesitar luz, tapar con cortinas.

Cerrar las ventanas a mediodía

En las horas centrales del día, sobre todo entre el mediodía y por la tarde, el calor entra de forma más sencilla en las casas, ya que la temperatura exterior es más alta. Una forma de refrescar la casa es abrir las ventanas en las primeras horas y por las noches para ventilar bien el interior y que no se condense el calor en el ambiente.

Añadir plantas, un remedio natural

Uno de los trucos más antiguos y agradables de refrescar una habitación es emplear plantas. Son seres vivos que no solo son ideales para decorar, sino que también ayudan a enfriar los hogares de forma natural. Gran parte de esta “magia” procede de su propio proceso de fotosíntesis, ya que recoge la humedad y el calor y lo transforma en nutrientes.

Apagar las luces para refrescar la casa sin aire acondicionado

Tener apagadas las luces en casa nos ayuda no solo a ahorrar en energía, sino también para bajar la temperatura. Salvo luces como el LED o los halógenos, el resto provocan un aumento de temperatura en la estancia.

Poner hielo frente al ventilador, un remedio casero para refrescar la casa sin aire acondicionado

Una de las mejores alternativas eléctricas al aire acondicionado es el ventilador. Aunque tenemos que recordar que el ventilador recoge la temperatura del ambiente y no genera frío por sí mismo. Esto nos lleva a que podemos utilizar el truco de poner delante del ventilador un recipiente con hielo para que el aire saliente del aparato sea más frío y refresque la estancia.

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